Ayer empezó el verano. Ayer fue el día más largo del año, 15 horas y 3 minutos de sol. Por delante nos esperan días de calor sofocante, noches al fresquito en las terrazas, escapadas de fin de semana a alguna playa y, por fín, las vacaciones en Septiembre.
De momento, mi agenda veraniega se va ocupando con eventos diversos: la graduación universitaria de mi hermana pequeña, una visita relámpago a Barcelona, la paga extra...
Recuerdo los veranos de mi no muy lejana juventud, después de aprobar o no el curso, quedaba casi todas las tardes con dos amigas y juntas nos apodábamos "Las 3 D". Éramos jóvenes e inexpertas y nos lamentábamos de nuestras "desgracias", como que el chico guapo que nos gustaba en ese momento no nos hacía ni puñetero caso, de ahí lo de las tres desgraciadas. Solíamos sentarnos en un banco de una calle cercana a nuestras casas. Y ahí pasábamos las horas hablando, riendo y también alguna vez, llorando. Pocos veranos después empezamos a tener cierta independencia y, aunque seguíamos estudiando, llegaron los fines de semana en el apartamento de la playa de alguna amiga y con ello los borracherones monumentales, las salidas hasta las tantas y risas, muchas risas.
Ahora, apenas un lustro más tarde, las cosas siguen más o menos igual, pero ya no queda rastro de aquellas charlas en el banco de la calle, ni tan siquiera de las noches de fiesta empapadas en alcohol. De repente, los veranos se presentan rodeada de amigas con hijos y maridos. Yo los miro y ellos me miran, tanto hemos cambiado????
Considero que cambian las circunstancias pero si prevalece la amistad de verdad... aunque pasen los años y unas formen familia... otras encuentren "su sitio" en otro país o cualquier que sean las circunstancias... no importa... al estar de nuevo juntas parecerá que no ha pasado el tiempo...